viernes, 29 de abril de 2011

Real


Todo el centro de Londres está cortado como, por otra parte, era de esperar.
Día para lucir medallas, banderitas y mostrarse más patriótico que nadie. Ni una sola muestra de disconformidad. Bueno, sí, un tipo a la derecha de la foto (no se ve) "pidiendo dinero para la real boda".


¿Nadie se cuestiona aquí algo tan absurdo, arcaico, desfasado y almidonado como la monarquía?

Driving

No sé si os ha ocurrido a algunos de los que conocéis Londres, pero me suele parecer que los coches viajan solos, sin conductor... ya ya, es imposible, aún no conocemos los coches teledirigidos circulando por las grandes ciudades, pero me pasa.
  Regent Street
Esto de ir a clase por la mañana es una experiencia sumamente gratificante y enriquecedora. Aparte de la mejora que (confío) supondrá en el conocimiento del inglés, está la parte extra-académica (creo que con las nuevas reglas de la RAE ya sobra el guión...). Me refiero a las relaciones que estableces en un grupo de 15 personas. Lo normal es que entre las 15 juntemos, al menos, 10 nacionalidades diferentes. Hoy he conocido a ¿Keiko? ¿Taiko? ¿...? una chica japonesa (de Tokio) que lleva 2 años en Londres dando clases particulares (door to door) de piano. Hemos hablado de Japón, de que 'las cosas allí ahora están muy mal', de la -parece- cada vez mayor presencia japonesa en España (al menos en restauración) y del interés que despierta nuestra cultura en el país asiático. Ella se ha encargado de desmontar este último argumento mío diciendo que allí 'se interesan por todo' y que 'hay hueco para todo'. ¿Keiko? ¿Taiko? ¿...? parece una chica triste o, cuando menos, particular.
Los chinos abren las puertas a la nueva pareja 
(menos a los propios del país y a las libertades, cualquier cosa es bienvenida)

Suelo visitar las jugueterías una vez al año cuando llega Navidad y quiero comprarle algo a mis sobrinos. Me  resultan acongojantes y asfixiantes con tanto aparato y tanta caja de cartón. Hoy he conocido una en Regent Street que me ha encantado (en el sentido más amplio del vocablo) Hamleys. Tan solo he entrado por curiosear, pero el ambiente que he vivido allí, en la planta baja, me ha resultado 'mágico' (para comprar, of course, pero mágico). Me hubiera traído una docena de muñequitos. Volveré.
Bye, bye, my Lady, bye
No hay nada como viajar para derribar estereotipos o para fortalecerlos. Mi experiencia a día de hoy apuesta por la primera parte de este párrafo. Cada día me gusta más esta ciudad y la gente que la habita (confío en seguir pensando lo mismo dentro de 20 días... o haber mejorado aún más lo escrito).

Esquina en la que, cada noche, se ven David Copperfield y el Sargento Pimienta

miércoles, 27 de abril de 2011

Riding for the Feeling

It's never easy to say goodbye
To the faces
So rarely do we see another one
So close and so long

I asked the room if I'd said enough
No one really answered
They just said, "Don't go, don't go"
Well all this leaving is neverending

I kept hoping for one more question
Or for someone to say,
"Who do you think you are?"
So I could tell them

With intensity, the drop evaporates by law
In conclusion, leaving is easy
When you've got some place you need to be
I'm giving up this gig for another season

With the TV on mute
I'm listening back to the tapes
On the hotel bed
My my my apocalypse

I realized I had said very little about ways or wheels
Or riding for the feeling
Riding for the feeling
Is the fastest way to reach the shore

On water or land
Riding for the feeling

What if I had stood there at the end
And said again and again and again and again and again
An answer to every question
Riding for the feeling

Would that have been a suitable goodbye? 

martes, 26 de abril de 2011

Tasting

Suele ocurrirme en los viajes como en la vida misma: primero ver, oir y callar y después participar, disfrutar, rechazar, odiar, querer, mostrar indiferencia y todo ese tipo de sentimientos que solemos 'padecer' cuando nos enfrentamos a situaciones nuevas. A veces lo comparo con un combate de boxeo, una lucha entre la ciudad (o las nuevas circunstancias) y yo, a ver quién puede en ese tanteo.
He viajado bastante, casi todo lo que he querido a día de hoy. Creo que de las grandes ciudades de Europa sólo me quedaba Londres y debo reconocer aquí que no me resultaba una ciudad 'excesivamente' simpática. Quizás por los malditos estereotipos, quizás por ese 'complejo de inferioridad' que a veces tenemos cuando salimos de casa, quizás por ir contracorriente (algo muy habitual en el que escribe).
 La costa de Inglaterra desde el avión
Hay ciudades que abrazan (Berlín, Nueva York, Roma, Florencia, Madrid, Lisboa -bueno, Lisboa parece llorarte para que la quieras- La Habana...). Otras, directamente, parecen decirte: "Eh, tú,  aquí el tiempo imprescindible, eh?" Es lo que me ocurrió en París, Viena (ciudades preciosas pero "sacúdete el polvo cuanto antes") y si me apuras, Barcelona. Y después están las ciudades como Londres (creo, a día de hoy) que parecen decir: "Aquí estoy, puedes disfrutarme lo que quieras, pero no me pidas que yo lo haga contigo".
Pasado el tanteo inicial, más o menos ubicado (aunque sigo andando dos mil metros para una distancia de 300) puedo decir que hoy he comenzado a disfrutar de Londres.

 El Big Ben desde Waterloo Bridge
Me encanta la zona de Southbank en la que vivo, me encanta estar a 20 o 30 minutos andando de algunas de las zonas más interesantes, me encanta el recorrido que hago a pie hasta la estación de metro de Borough -un paseo jalonado de pequeñas casitas, de puertas bajas unas tras otras que huyen constantemente de la linea recta, serpenteando y, de alguna forma, llevándote-. Me encanta ver a la gente tomar cervezas en la calle, hablando, compartiendo, riendo. Me encantan la vitalidad y la variedad de la ciudad. Me encanta tener amigos que conocen la ciudad y me ayudan a disfrutarla desde la distancia sugiriendo una pinta cerca de donde estoy. Me encanta cruzar Waterloo Bridge escuchando a Bill Callahan. Me ha encantado la cena en The Anchor & Hope, me encanta ver la cocina del restaurante completamente al descubierto. He disfrutado como un niño comiendo English Lop cooked like boar and soft polenta acompañado de un Beaujolais. Me encanta que me inviten al Tate Modern con carteles como estos y que allí pueda disfrutar de una exposición de Miró que no me voy a perder:


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I'm living London, guy!

English Lop cooked like boar and soft polenta

lunes, 25 de abril de 2011

Tanteando

Primer día completo en Londres.
Sigo con mi periodo de adaptación y aclimatación a la ciudad. Día de tanteo por las zonas más turísticas y próximas al lugar donde me alojo, es decir, London Eye, Houses of Parliament, Abadía de Westminster, Trafalgar Square... Me he topado al volver a Westminster Bridge, sin pretenderlo, con el cambio de guardia de Horse Guards en Whitehall y, claro, con Downing Street.
Como es fácil imaginar toda esta zona está llena de vallas para el bodorrio que se avecina el viernes. En Trafalgar Square hay montados varios estudios de televisión y se ven periodistas y cámaras de tv por todos lados.


 Arte urbano próximo a Trafalgar Square

Me llama la atención (los estereotipos tienen la culpa) el que la gente vaya vestida sin ningún tipo de prejuicios, de tal forma que, a veces, parecen sacadas de una película, o bien, que tú estás dentro de ella. Igualmente sorprendente me resulta el 'culto a la cerveza' y las ganas que tienen los londinenses  de estar en la calle... hasta las 7-7,30 de la tarde, que ya comienza la retirada.

Vintage Shop en el 87 de Lower Marsh

Mañana comienzo las clases en Islington que, por lo que he podido ver esta tarde, parece una zona con suficientes atractivos como para explorarla. 

domingo, 24 de abril de 2011

Atleti!

Entro en un bar a esperar la hora del concierto de Wareham en Yoox y tomando mi primera pinta de Foster's me doy la vuelta y están echando en TV el Atlético - Levante. Gol de Agüero de penalti (3-1). Va por ti, Fernando!

Barajas

Última parada Nacional.
Barajas está más que tranquilo y, aunque los aeropuertos no me resultan lugares muy hospitalarios, hoy no es un mal sitio para ver amanecer.
Próxima estación: Heathrow

Pájaros

En el autocar camino de Madrid.

El conductor -de un pueblo próximo a Torrejón el Rubio, con una familia dedicada a las máquinas cosechadoras de arroz, un hijo de 16 años, un tío al que le quedan 2 años para jubilarse que trabaja en Ceres Motor...- aburriría a una cotorra.