sábado, 7 de mayo de 2011

Wondering

¿Quién o quiénes deciden qué es arte  y qué no lo es? En ocasiones ¿se trata de arte o de saber venderse bien?
 Spacial Concept 'Waiting' (1960)
Lucio Fontana (Argentina, 1889-1968)
Lucio Fontana comenzó el corte del lienzo en 1959 con una perfección dramática. Estos cortes fueron cuidadosamente meditados pero ejecutados en un instante...



La pregunta me surgió al contemplar estos 2 cuadros en el Tate Modern esta tarde.
El primero es un simple lienzo con un corte, no más (noooo más). El segundo (del que no pillé el nombre del autor) es un espejo -simplemente un espejo- pues lo que se ve reflejado en éĺ son las obras expuestas en la pared de enfrente de la misma sala. En un principio pensé que el autor de una y otras sería el mismo y que trataba de reflejar su propia obra, pero no; no tienen nada que ver.




Hay, en cambio, otras obras que, aún pareciendo sencillas, guardan mensajes que requieren la atención del espectador, que buscan su complicidad, que pretenden - de alguna forma- ejercer algún tipo de influencia sobre el que las visualiza.
 Y después hay otras a las que uno venera, quiere,  aprecia y  valora por que si.

Andy Warhol 'Autorretrato'
Roy Lichtensteinn "Wall Explosion II"
Mis dos artistas preferidos en la misma sala, en la misma foto. Ninguno con sus mejores obras, pero los 2 juntos. Curiosamente me los he encontrado en las 3 ciudades que (a día de hoy) más me han gustado: Berlín, Nueva York y Londres (estricto orden cronológico).


Aparte de los autores citados, en el Tate también se pueden contemplar obras de Matisse, Picasso, Juan Gris, Marsé...  
La exposición de Miró la pospongo para más adelante (todo irá en función de las fuerzas y las ganas).
No es que el Tate esté cerca de donde vivo, no, es que me caigo de la cama y me cuelo en la recepción.


 Londres tiene momentos en el día en los que -si quitamos los rótulos, les tintamos el pelo un poco más oscuro y los bajamos un pelín de estatura- parecería una ciudad del Sur de España: todo el mundo en la calle tomando cervezas, bueno, todo el mundo no, mayoritariamente hombres. 
Aquí me surge otra interesantísima pregunta ¿dónde están las mujeres?

Moorefields

Salí sin muchas ganas y mi único objetivo era el Museo, pero esta ciudad empuja, sinceramente: te requiere.
Crucé Millenium Bridge, llegué a St Paul's Cathedral y ahí lancé mis previsiones por la borda, al Támesis.
Ya puestos de pintas por la City: Moorfields, Smithfields (mercado cerrado) y Farrington Street.
He cenado en The Eagle (159, Farrington Street) y este ha sido mi menú:



Realmente no sabía qué pedir. En estos casos siempre sugiero alguna recomendación, pero me dijeron que todo estaba para 'recomendar'.
Lo primero fueron los mejillones. A los 2-3 minutos de pedirlos vi a uno de los cocineros (todo se cuece a la vista) comiéndolos y me dije: "Pepe, has acertado".
Y así fue, mejillones en salsa de tomate (salsa de tomate como debe ser, con tropezones de tomate machado) con un ligero picor y enorme frescura. 9 sobre 10 (me hubieran gustado mejillones un poco más grandes pero el tamaño también indica que son de aquí y no australianos, que son enormes). Tan buen sabor de boca me dejaron que me fui a por otro: no hay carta, debes mirar en las pizarras.
Digo, 'Berenjenas'. Me dice la camarera que era un plato vegetariano... 'no problem, soy omnívoro'.
 
The Eagle
He cenado en la barra porque no había mesas libres y se ha colocado una pareja a mi lado. Al llegar el 'Imán Bayaldi' me han preguntado que qué era, que olía muy bien y más o menos se lo expliqué y les invité a probarlo (no accedieron, gracias jejejeje). Realmente era una base de berenjena al horno (enorme) con todas esas cosas que podéis ver en la pizarra más arroz. Deliciosa. El plato ha sido la excusa para intercambiar algunas palabras y para que me interrogaran sobre mi origen y estancia en Londres. Sonrisas de oreja a oreja por las 3 partes.

Julio me echará en cara el no haberle tirado algunas fotos a los platos, pero es que cuando me he acordado ya los tenía 'quasi' limpios.
Los mejillones más la berenjena, acompañados con otras tantas pintas de Staropramen : 18 £ + 1 £ de propina, total 19 £.
Me ha parecido un sitio para recomendar. Además de la pareja el resto del personal sumamente agradable.
Y para que no todo sea positivo, un pero: creo que el servicio adolece de cierta lentitud.
A la vuelta me he encontrado lo siguiente:

Mañana por la mañana Notting Hill. 
Por la tarde cervezas con los compañeros/as de la Escuela. 

3 comentarios:

  1. Envidia, envidia, envidia, sana...pero envidia.Por cierto entraste en la sala de Rothko en la Tate? A mí me entusiasma.Para cuando la National y el British?? Lo paso genial leyéndote.Un abrazo.

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  2. Gracias Fernando!Volveré al Tate en busca de esa sala que se me escapó.
    Al British tengo pensado ir el lunes después de las clases y antes del concierto de Callahan en el Barbican, pues no están 'muy alejados' un sitio del otro.
    Aún me queda otro fin de semana más que me gustaría encarar con los 'deberes' más o menos hechos, así que la National tb caerá la semana próxima.
    Abrazos!

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  3. a mi me pasa también eso: si olvidas hacer la foto, es que aquello tenía tan buena pinta que sólo piensas en empezar a comértelo cuanto antes :-)

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